Sistema de preacondicionamiento de aire fijo ZEPHIR series

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Invertir en un sistema de PCA para su aeropuerto aumentará sus ingresos, reducirá su impacto en el medio ambiente y atraerá a las compañías aéreas reduciendo sus propios costes El uso de aire acondicionado para un avión durante sus giros es necesario tanto en un día cálido o soleado como en condiciones ambientales frías, ya que de lo contrario la cabina se volvería rápidamente incómoda. Para ello, cuando no se dispone de instalaciones adecuadas en tierra, el avión utiliza su APU (unidad de potencia auxiliar) de a bordo, que es una turbina a reacción alimentada desde los depósitos principales de combustible del avión que se utiliza principalmente en vuelo, por ejemplo, en caso de avería del motor principal. Utilizar la APU en tierra es una solución de último recurso, poco rentable para la compañía aérea y una agresión contra el medio ambiente, ya que este motor a reacción tiene una eficiencia energética global de sólo el 4% Simultáneamente, se emiten grandes cantidades de contaminantes atmosféricos. Entre ellos el CO2, que crea un efecto invernadero en la atmósfera terrestre, así como NOx y pequeñas partículas que afectan directamente a nuestra vida cotidiana. Hacer funcionar la APU en tierra es muy caro para la compañía aérea; por ejemplo, un avión Narrow Body consume unos 100 kg/hora de Jet Fuel a lo que hay que añadir el coste de mantenimiento de la APU. Un sistema de aire preacondicionado (PCA) en tierra ofrece una alternativa atractiva. Al funcionar con electricidad de la red, la unidad PCA reducirá drásticamente las emisiones in situ y la contaminación acústica. Como regla general, consideremos que un solo avión de fuselaje estrecho que utilice su APU durante una hora cada día produce más de 100 toneladas de CO2 en un año.