Detector de fisuras dieléctrico MM10
para la aeronáutica

detector de fisuras dieléctrico
detector de fisuras dieléctrico
Añadir a mis favoritos
Añadir al comparador
 

Características

Tecnología
dieléctrico
Aplicaciones
para la aeronáutica

Descripción

Sistema de medición digital MM10 A pesar del creciente uso de materiales compuestos y adhesivos en los aviones, la mayoría de las piezas de los aviones se siguen manteniendo unidas con sujetadores tipo remache. Para instalar un sujetador, una remachadora hace un agujero en las piezas a asegurar. El agujero es avellanado y se coloca un sujetador en el agujero, la cabeza de los sujetadores se rectifica para dar un acabado de superficie plana. Para asegurar una unión de calidad, es importante que el cierre se coloque a la profundidad adecuada en la pieza de trabajo. Si el avellanador es demasiado profundo, la junta de remache que se cree finalmente podría debilitarse y estar sujeta a la corrosión. Si el avellanado es demasiado poco profundo, la cabeza puede crear una resistencia aerodinámica. Para reducir el riesgo de error, AAI ha desarrollado la unidad MM10. El MM10 registra la desviación de la cabeza del sujetador de la superficie de la piel de la aeroestructura y realiza cálculos estadísticos y matemáticos sobre los datos resultantes. La información se utiliza para ajustar los ajustes en el equipo de remachado y puede descargarse para garantizar la calidad. El MM10 se comunica con una gama de tipos de medidores a través de un enlace de comunicaciones RS232 estándar y puede ser conectado a cualquier medidor digital con un puerto de comunicaciones RS232. (Pueden requerirse modificaciones en el software). Como ejemplo, Airbus UK utiliza el MM10 para optimizar la configuración de su Electroimpact remachadoras automáticas. Las máquinas perforan y avellanan automáticamente los agujeros e insertan remaches que deben ser colocados a ras en la piel del avión, minimizando la resistencia y mejorando eficiencia aerodinámica.

---

* Los precios no incluyen impuestos, gastos de entrega ni derechos de exportación. Tampoco incluyen gastos de instalación o de puesta en marcha. Los precios se dan a título indicativo y pueden cambiar en función del país, del coste de las materias primas y de los tipos de cambio.